Me quieres follar, ¿verdad?
Cuando un jovencito te mira con esa cara es que obviamente sabe lo que pretendes. A él no se le había escapado el detalle de que ese maduro tan amable quería simplemente meterle la polla, pero él estaba más que dispuesto a que lo hiciera. Se suponía que el jovencito iba a dormir en su casa, para ello tenía preparada una habitación con literas. Pero el hombre no podía dejar de mirar a ese atractivo muchacho, por lo que él tampoco podía dejar de sonreir.
Al final se lo dijo claro, ¿quieres follarme?. El maduro esgrimió una pícara sonrisa, era evidente que eso es justo lo que pretendía desde el principio. El joven se fue desnudando hasta quitarse toda la ropa y le comió la polla, ese chico sabía desde luego como chuparla a pesar de tener solo 18 años. Luego el maduro le comió todo su culito en un genial beso negro que sin duda disfrutó el teen. Tras humedecer su ano con su lengua le metió toda su polla. Estuvieron follando en la litera hasta que finalmente ambos se corrieron, fue una brutal explosión, pero sin duda merecía la pena.