Empieza masajeándole el culo y termina penetrándolo
Los masajes gays ya sabemos como suelen terminar. Es empezar a palmear ese culito y sentir como la polla crece dentro de nuestros pantalones. Apretar sus nalgas, introducir un dedo en su ano… y más aun si está bien aceitoso. La penetración no tarda en llegar, y más aun si el otro chico es tu pareja habitual y está encantado de que le metas tu polla. Es más, se nota que este chico está esperando ser enculado con dureza, y justo es así como sucede. Si quieres asegurarte un buen polvo ya sabes, empieza por un masaje de culo.