Que bien me la clavaba el cabrón
Eso era indiscutible, ese cabrón sabía bien como meterla. Los dos estaban durísimos, por lo que no quiso esperar más. Dejó la cámara fija ya que se trata de un vídeo amateur, y luego simplemente se la metió. Cada vez que lo sentía dentro apretaba fuerte los dientes y miraba a la cámara mientras tanto, que bien se lo hacía. Ese cabrón no paraba, de hecho no hizo falta ni cambiar de postura, cada vez le daba más y más fuerte. Hasta que al final se corrió por supuesto. Pero viendo sus propios vídeos entendían que no todo el mundo puede follarte así, era toda una suerte.