Tener un vecino negro tiene sus ventajas
Ambos vecinos estaban ya cansados de cruzarse por las escaleras y mirarse deseándose sin hacer nada. Pero aquél día fue diferente, entablaron conversación y poco después fue el hombre negro el que precisamente le invitó a ir a su casa. No es que lo hiciera encantado, es que fueron literalmente corriendo.
Nada más entrar ya estaba comiéndole la polla, llevaba tanto tiempo deseando chupar su verga que fue todo un regalo. Después se desnudaron y el chico se puso a cuatro patas para que su vecino de color lo penetrase. No cambiaron de postura, ni falta que hacía. El negro le estuvo dando en su culito hasta que finalmente la sacó para correrse en su pecho. Tras hacerlo el muchacho también se corrió junto con aquella verga negra.