Así hacen el amor los jovencitos
Su chico estaba dormido cuando él salió de la ducha con tan solo una pequeña toalla cubriendo su cuerpo desnudo. Pero nada más verlo se dirigió hacia él, era el amor de su vida y no podía dejar de mirarle y mucho menos de besarle. Pronto el otro jovencito se despertó y le devolvió todos los besos, era una bonita forma de despertarse. Pero era evidente que la cosa no solo se quedaría en unos simples besos, por lo que no tardó mucho en ir a buscarle el rabo y comenzar a comérselo mientras el otro se retorcía de placer.
Estuvieron un rato con el sexo oral y los preliminares, al fin y al cabo eran novios y les gustaba hacer bien las cosas. Según ellos lo suyo no era follar, era hacer el amor. Y como tan poco después uno de ellos se preparó abriendo sus piernas y el otro lo penetró. Estuvieron haciéndolo un buen rato, se deseaban y querían, por lo que aquello era lo que más les gustaba hacer.
El primero en correrse fue precisamente el pasivo, que no pudo evitar echárselo todo encima. Después el otro chico siguió dándole hasta que finalmente y mientras estaba a cuatro patas acabó corriéndose en su trasero.