Pajéame sin miedo
Mientras desayunaban los dos amigos salió la conversación sexual, cosa que le puso cachondo a uno de ellos. No tardó en levantarse de la mesa, ponerse frente a él y mostrarle el rabo. Agarró su mano y se la llevó para que sujetara esa verga, le dijo que lo pajeara sin miedo y el otro chico lo hizo. Le estaba gustando esa sensación, por lo que poco despues se la comía. Pero aquello no fue nada para lo que vino después, penetró su culo y se lo folló allí mismo haciendo que gozara como nunca en toda su vida.