Este pollón es solo para mi
Cuando un macho como este hombre negro se saca la polla uno no puede evitar asombrarse. La tenía enorme el cabrón, menudo pollón. Comenzó a mamársela sin dejar de sonreir, puede que por los nervios o tal vez por lo excitado que estaba al ver ese gran rabo. Tras una larga chupada por fin se sintió preparado para sentir aquella verga dentro de su culo. El negro se sentó en el sofá y él, totalmente desnudo, hizo lo propio encima de aquella gran verga. Se la metió hasta el fondo, quien lo diría. Tras un rato cabalgando el negro tomó el control de la situación y lo puso en una postura que él le gustaba más, dándole y embistiéndole con su rabo. Ahí si que la sintió bien, pero en definitiva era lo que él pretendía.
Finalmente el tío se le corrió en la cara y él no podía dejar de sonreir, aunque con el culo roto.