Dulce infidelidad…
Era el marido de su hermano, es decir, su cuñado. Pero el hecho de que estuviera unos días en su casa y compartieran tanto tiempo juntos hizo que la cosa se disparase. Le deseaba, y aquél día tras ir a comprar comenzaron a hablar sobre temas delicados en la cocina. Luego se abalanzó sobre él y comenzó a besarle sin que se lo esperaba dando rienda suelta a tanto deseo retenido. Alargó su mano y comenzó a tocar su paquete descubriendo lo duro que estaba, por lo que se agachó y empezó a comérsela. Se desnudaron en la misma cocina y siguieron un buen rato con el sexo oral mutuo hasta que se decidió a penetrarlo. Estaba de espaldas apoyado sobre la nevera cuando sintió como entraba dentro de él. Luego fueron al sofá donde continuaron follando hasta que los dos se corrieron. Aquél sería su secreto.