Un padrastro demasiado sexy
La verdad es que ese cabrón si que era sexy, el problema es que se trataba de su padrastro. Su madre estaba muy ilusionada con él, pero el muchacho no podía ocultar lo que sentía, lo deseaba. Allí en su despacho hablaban tratando de acercarse los dos para conocerse mejor, hasta que el hombre se levantó y cerró la puerta con llave mientras el chico miraba. Sacó su polla y le dijo que se la comiera, eso era lo que le gustaba de verdad a ese vicioso. Eso fue excitante para el muchacho, para nada comparado con lo que sintió cuando lo penetraba desde atrás, se lo estaba follando y sus ojos se ponían hasta en blanco a ratos por la excitación. Acabaron totalmente desnudos follando en su despacho, aquello hizo que la relación entre ambos mejorase mucho desde luego.