¿Te gusta o no?
Su hijastro le robaba dinero, pero aquél día registró su mochila y encontró la tarjeta de crédito que le había sustraido. Le dio unos cuantos azotes y luego le bajó los pantalones para ver su culito. Entonces le metió los dedos en su ano y el muchacho se puso a gemir y a gozar como nunca en su vida. Le preguntó si le gustaba, obviamente no hacía falta ni que respondiera. Directamente empezó a comerle el culo mientras el muchacho se quitaba la ropa. Siguió metiéndole los dedos hasta que le dijo que se pusiera a cuatro patas, entonces lo penetró.