Su hermanastro tenía ganas de follar también
Estaba con bastante estrés pegado a su ordenador portátil cuando a él se le ocurrió algo divertido. Se bajó los pantalones y le enseñó su culo, el chico se le quedó mirando totalmente sorprendido pero sin apartar la mirada. De repente se agachó y buscando su rabo se lo metió en la boca para así chupárselo. No se lo podía creer, pero le gustaba lo que su hermanastro le estaba haciendo. Se desnudaron y poco después se sentaba sobre él para que lo penetrara, por supuesto se la metió hasta el fondo. Un poco más tarde quisieron seguir probando y fue él esta vez el que recibió la polla del otro chico. Todo quedó en familia por supuesto, nunca nadie supo nada, hasta hoy.