Su hermanastro si que sabía tocarle
Cuando llegó a casa se encontró a su hermanastro sentado en el sofá, además sin camiseta. Se sentía atraído por él, era un jovencito bastante atractivo. Se sentó a su lado y le miró fijamente. Luego le propuso un juego, fue a la cocina y llevó hielo, con el que fue pasándoselo por todo su cuerpo. Aquello excitó mucho al jovencito, se dio cuenta. Su mano fue al paquete del muchacho, él si que sabía tocarle bien.
Se le puso durísima y se la comió, después penetró el culito del joven follándoselo en el sofá. No solo sabía tocar bien, también sabía como follar. Nunca habían estado tan excitados como aquél día.