Si tu padre quiere follarte obedeces y punto
El padre se sentía con suficiente autoridad como para imponer algo tan aberrante a su hijo, se lo quería follar. Agarrándolo del cuello le hizo ver cual era su necesidad y deseo, el chico no tuvo más remedio una vez más que obedecer a papá. El jovencito estaba dormido en su cama cuando el maduro apareció de repente, sin lugar a dudas estaba caliente y sabía lo que quería.
Tras despertarse el hombre le hizo ver que esa mañana ambos iban a follar, y tras hacérselo saber se sacó la polla poco después para que se la chupase. Luego el padre le lamió el culo, se lo estaba preparando para lo que vendría después. Por supuesto al joven le gustaba aquello, aunque no se esperaba que su padre llegase tan lejos.
Tumbado boca abajo sintió como su padre se colocaba sobre él con su verga buscando su ano. Finalmente se la metió entera, menuda polla tenía el cabrón. El chico gemía y apretaba los dientes con fuerza, le gustaba pero le estaba haciendo daño.
Tal vez se excedió, ya que lo embestía como si fuera un toro, dándole tan duro que posiblemente no pudo sentarse en toda la semana. Al final acabó corriéndose en su cara y le indicó que guardase el secreto.