Relájate papá, te veo muy estresado
Se preocupaba mucho por su padre. El maduro era un conocido empresario que solía llegar a casa agotado y en ocasiones con mucho estrés. Ese día tras verse el hombre pretendía terminar unas últimas cosas con su ordenador portátil, pero era evidente que no estaba bien y su hijo se ofreció a quitarle esa tensión. Primero se puso a masajear sus hombros, pero observó que la mano de su padre estaba apoyada en una de sus piernas. Se estaban poniendo cachondo los dos, y desde luego si follaban acabarían bien relajados. Fue entonces cuando el muchacho quiso llegar más lejos y empezó a comerle la polla.
Tras la mamada le ofreció el culo a su padre mientras se ponía a cuatro patas y el hombre lo penetró. Follaron hasta que ambos se corrieron, aunque el primero en correrse fue el chico.