Que seas gay está muy mal, esta es tu penitencia
Se había confesado por fin, le dijo que era gay, siempre lo había sido. El cura no sabía que decirle, pero le explicó lo mal que estaba eso. Obviamente merecía un castigo y tenía que pagarle de la misma forma que él disfrutaba. Le dijo que se bajara los pantalones para azotarle y empezó a darle buenas palmadas en sus nalgas, pero eso hizo que ambos se calentaran, especialmente el religioso. Le dijo que se quitara toda la ropa, antes de que el chico se diera cuenta se lo estaba follando sobre la mesa de su despacho. El jovencito fue el primero en correrse mientras le follaba el culo, luego lo hizo el cura. Después le dijo que eso tenía que ser un secreto.