Puedes pajearme si quieres…
La cita a ciegas y recorrerse media ciudad para encontrarlo les salió bien. Llegó finalmente a su casa, llamó y subió. Allí en el sofá se presentaron, ni se molestó en levantarse. Estaban tan calientes que no querían perder el tiempo, por lo que empezó a tocar su paquete, que duro estaba el cabrón. Se bajó la ropa y pudo ver su verga, se la agarró con la mano y le dijo que podía hacerle una paja si quería. Pero en su lugar lo que hizo fue metérsela en la boca para chupársela. Luego se folló su boca un rato y se desnudaron completamente para poder coger en condiciones. Así pues tras el sexo oral y disfrutar lamiendo y chupando sus cuerpos lo penetró mientras estaban de pie. Luego fueron al sofá, allí terminaron de hacerlo hasta que ese casi desconocido se corrió sobre él. Mereció la pena arriesgarse.