Papá, soy gay. Yo también lo soy hijo
Salir del armario nunca ha sido fácil, pero con un padre como el de este chico fue un sueño. Con lágrimas en los ojos le confesó a su padre que era gay. El hombre se mostró demasiado comprensivo, le abrazó y le besó como solo un padre haría. Pero lo que hizo después ya si que no era propio de un progenitor. Y es que el padre aprovechó para confesar que él también había sido siempre gay. Lo que vino después ya te lo puedes imaginar. Empezaron a besarse apasionadamente, se desnudaron… en un instante desaparecieron las lágrimas del chico y empezó a verse una sonrisa de felicidad. Estaba empezando a disfrutar de su nueva vida lejos del armario, y no solo había sido aceptado, sino que además estaba a punto de follar con su propio padre.
El momento en el que su padre se corrió sobre él fue uno de los que jamás en toda su vida olvidará.