Me voy a follar tu musculoso culo
Los dos estaban en calzoncillos, preparados para quitarse sus camisetas y así ver sus cuerpos. Eso era lo que más les gustaba, mirar y tocar esos torsos fibrosos y musculosos. Uno de ellos empezó a comerle la verga al otro mientras cerraba los ojos para sentirlo más, que duro estaba el cabrón. Luego cambiaron y era él quien recibía la mamada, hasta que finalmente se colocó encima y pudo sentir como la verga entraba dentro de su musculoso y duro culo. Luego lo hicieron a cuatro patas e incluso de pie frente al espejo, hasta que al final se corrió en su boca.