Me rozaba con mi hermanastro dormido y despertó
No le importó a mi hermanastro que me acostara a su lado esa noche, pero él no sabía lo que yo quería. En cuanto sentí que se había dormido comencé a rozarme con su culo, la tenía durísima. De repente y sin que yo me percatara se despertó, pero no dijo nada ni se movió, de hecho yo no me di cuenta de que había abierto los ojos. Yo seguía tocando todo su cuerpo, saqué mi rabo y me rocé con su culito, eso fue lo que le hizo ya saltar. Se dio la vuelta y me preguntó que estaba haciendo mientras sonreía, a ese cabrón le estaba gustando. Entonces entendí que él también quería, le besé y no tardó en comerme la verga, que bien la chupaba.
Luego nos desnudamos, me coloqué a cuatro patas y fue él quien me penetró mi culito, me dijo que le gustaba así de peludo. Disfrutamos como nunca, al acabar teníamos ganas de volverlo a repetir.