Maduro casado busca una polla joven para que lo penetre
Cada vez que se le calienta la polla huye de su casa donde vive con su esposa para ir a ver a su amigo el jovencito. Es un chico con el que mantiene una relación sexual en secreto, ya que todo el mundo considera a este maduro como un hetero, marido y padre ejemplar. Pero lo que sus amigos y vecinos no saben es que en realidad le gustan las pollas, y si son dentro de su culo mucho más.
Nada más llamar al timbre el jovencito se asoma sonriendo, sabe perfectamente lo que quiere y a él también le apetece. Poco después ambos se desnudaron, el maduro estaba ansioso e impaciente por volver a tener el cuerpo atlético de un joven para él solo. Le comió su polla dura y hasta lamió su ano, todo lo que no podía hacer con su esposa iba a hacerlo ese día.
Poco después se puso a cuatro patas y aquel jovencito comenzó a follarle el culo. Eso era lo que de verdad le gustaba, una buena penetración anal y sentir una verga dura y caliente dentro de su ano. Al final el chico se corrió sobre su pecho y después le llevó un peluche a la cama, justo por eso le gustan los tíos jóvenes.