Joder tío, que dura la tienes
Eran dos jovencitos bastante especiales, los típicos marginados pero que acabaron siendo amigos. Allí en casa de uno de ellos se limitaban a hablar brevemente de sus cosas y leer, hasta que al ver en una de las revistas unas fotos de hombres con sus torsos musculosos a los dos jovencitos se les iluminaron los ojos. Se habían puesto calientes, era obvio que a los dos les gustaban las mismas cosas, es decir, los tíos. Uno de ellos echó su mano en el paquete del otro y se la sacó del pantalón. Al agarrarla se quedó alucinado puesto que la tenía durísima. Es una de las mejores cosas de tener 19 años, que tu rabo responde en cualquier momento y con una dureza brutal.
Probaron el sexo oral chupándose las pollas, hasta que poco a poco llegaron más lejos. Se fueron desnudando y un chico se puso encima del otro para que le penetrase su culito. Tras la follada y completamente desnudos acabaron corriéndose, primero uno y después el otro. Justo al final escucharon la puerta de casa, sus padres acababan de llegar. Puedes imaginarte lo que sucedió a continuación.