Hijo, ¿Has visto a tu padrastro?. No mamá…
El hijo de aquella mujer estaba sentado estudiando cuando de repente apareció su nuevo padrastro. Era un hombre madurito, más joven que su madre, pero que la trataba bien. En aquél momento se ofreció para darle un masaje, al muchacho le extrañó pero pensó que le vendría bien. Cuando quiso darse cuenta y miró hacia el lado descubrió con mucho asombro que su nuevo padrastro le había puesto su rabo en el hombro. Intentó seguir como si nada, pero el hombre no guardaba su polla. Hasta que de repente llegó su madre, entonces si la escondió como pudo y se fue al cuarto de baño.
Cuando volvió se sacó nuevamente la polla a espaldas de su madre y le hizo insinuaciones de si se la quería comer. Finalmente el chico se metió bajo la mesa y le chupó la polla, en realidad lo estaba deseando. Le sabía mal por su madre, que era una santa, pero aquél cabrón estaba muy bueno.
Tras aquella mamada fueron al cuarto de baño donde su padrastro le penetró el culo. Su madre apareció preguntando a su hijo si había visto al hombre, él respondió que no mientras taladraba su ano sin piedad escondido tras la puerta.