Eres buen chico, irás al cielo… pero yo no
Era creyente y un buen chico, de vez en cuando el párroco de su iglesia iba a verle para hablar. Pero lo que él no sabía era que ese hombre maduro buscaba otra cosa, solo esperaba encontrar su oportunidad. Una vez dentro pasó la mano por su cuello y le hizo saber que precisamente le parecía uno de esos chicos que irían derechos al cielo, pero él sin lugar a dudas no iría. El maduro era un auténtico degenerado que no tenía respeto alguno, por lo que tras tocar su cuello empezó a besarle. Luego el cura le puso la polla en la boca al muchacho, él se la comió. Sabía bien que era gay, el joven se lo había confesado todo.
Luego se quitaron toda la ropa y en el sofá ese hombre se lo folló hasta correrse. El joven estaba desconcertado por aquello, ahora no sabía si iría al cielo o no.