¿En serio crees que me va a gustar esto?
No le costó mucho trabajo convencer a su amigo heterosexual para tener sexo con él. Y es que decirle que no a una buena polla es complicado, incluso para un tío hetero. Antes de chupársela tenía sus dudas, pero una vez la sintió en su boca estaba cada vez más seguro de querer hacerlo.
Tal vez el momento más delicado fue el de la penetración. Le pidió que se lo hiciera despacio pues obviamente su culo era virgen. Se tumbó boca abajo y su amigo lentamente lo penetró. Pero demasiado le gustó sentir el rabo dentro de su culo, se puso a retozar y a gemir como nunca en su vida. Más tarde confesó que había sido la mejor experiencia sexual que había experimentado jamás.