Así te gusta que te folle, ¿verdad?
Hay miradas cómplices que lo dicen todo. Todo empezó mientras su amigo estaba durmiendo tranquilamente en la cama, él apareció y comenzó a hacerle una mamada. Estaba claro que tenía ganas de follar, y su amigo se lo iba a poner bastante fácil. Tras chuparle bien la verga se puso a cuatro patas y le invitó a que le penetrase. Hasta le abrió el culo con sus manos para dejárselo bien abierto, poco después ya tenía toda su verga dentro de su ano.
Se lo estuvo follando a cuatro patas y luego de lado. Mientras lo penetraba observaba su cara de placer, eso lo decía todo, y no podía evitar sonreir levemente sabiendo lo que el otro chico estaba disfrutando gracias a su pene.
Al final acabó en una buena corrida facial dejándole en su cara todo el semen que salió de sus huevos, que no fue poco.