Al salir de la iglesia sucedió esto
Los dos jovencitos eran creyentes y acudían regularmente a la iglesia. Lo que nadie de su entorno sabía era lo que ellos hacían en su intimidad, a veces incluso sin ocultarse demasiado. Ese día cuando salieron de misa y de confesarse no pudieron evitar mirarse el uno al otro. Les daba morbo la situación, estar a solas allí, saber que podrían descubrir su secreto. Uno de ellos ni se lo pensó, se agachó y comenzó a comerle la polla mientras el otro miraba a todos lados nervioso, pero eso le excitó. Siguieron y fueron desnudándose hasta estar completamente sin ropa, la tentación les había llamado y ellos estaban dispuestos a llegar hasta el final. Uno de los chicos se puso detrás del otro y lo penetró. Follaron aun sabiendo que podrían ser descubiertos, pero no les importó y acabaron corriéndose y llenando el suelo de leche.