Voy a destrozar tu culito tailandés
Al maduro le gustaban los asiáticos, y todos sabemos porqué. Era un tío bastante atractivo con los rasgos típicos tailandeses. Delgado pero con buen cuerpo, y un culo demasiado apetecible para romperlo. El maduro era sin embargo un hombre bastante corpulento, lo agarró sin más y lamió su ano hasta que lo vio preparado para metérsela. Así lo hizo, levantándolo a pulso lo penetró mientras el chico abría la boca totalmente excitado y caliente. Al maduro le gustaban los culos tailandeses porque aseguraba que son los más estrechos, y de hecho los chicos son los más ardientes. No se equivocaba el cabrón, se corrió en su culo totalmente dilatado y luego el chico hizo lo mismo.