¿Vas a seguir mirándome o quieres follar?
El maduro se estaba duchando, pero había un tío al cual no conocía de nada que no paraba de mirarle. Estaba claro que se sentía atraído pero no tenía huevos a decirle nada, por lo que al ser un hombre ya veterano se lo dijo sin ningún pudor. Si quería follar con él tan solo tenía que acercarse, ya que estaba más que dispuesto. En la misma ducha empezó a comerle la polla de rodillas. El maduro se puso tan cachondo que le dijo de ir a su habitación para terminar lo que habían empezado. Una vez allí los dos disfrutaron de su cuerpo mediante mamadas, hasta que fue precisamente aquél hombre mayor el que penetró el culo del otro chico.
Se lo folló de tal manera que no podía parar de gemir realmente excitado. Al final mientras estaba totalmente abierto de piernas se corrió, y el maduro poco después sacó su polla para correrse también sobre él.