un gimnasio con mucha pluma
Todos los compañeros saben lo que acontece en los vestuarios después de cada sesión de entrenamiento y por eso ninguno se atreve a entrar con ellos a las duchas. Después de un largo rato de ejercicio y con sus cuerpos sudorosos por el esfuerzo, estos dos amigos se meten a relajar tensiones echando un polvete antes de darse una ducha reconfortante.