Tíos buenos a los que les van las pollas
El problema de los tíos buenos y cachas es que no todos son gays. Pero si tienes la suerte de conocer a uno al que le van tanto las pollas como a ti posiblemente has triunfado. Es lo que le pasa a este chico, más bien flaco. Conoció a un chico guapo, musculoso y cachas con el que hizo buena amistad. No tanto por el hecho de ser amigos sino porque eso permitiría que tal vez acabaran follando. Y no desperdició la oportunidad. En cuanto se sacó la polla el tío se le veía comiéndosela con ansia, como si no hubiera un mañana. El otro chico estaba sorprendido pero a la vez excitado, seguramente follar con aquel tío no era del todo mala idea si demostraba eso mismo con su polla dentro de su culo.