Tío, fóllame antes de que lleguen mis padres
Dos amigos llegan de viaje y no tardan mucho en ponerse a follar. Es curioso que después de haberse pasado una semana entera follando a todas horas aun tengan ganas de más. Y es que estos chicos jovencitos disfrutan del sexo más que nadie. Incluso estando en casa de los padres de uno de ellos aprovechan ese momento para follar, aun sabiendo que pueden ser pillados por sus viejos.
Pero es justo eso, el hecho de que puedan ser descubiertos o pillados, lo que hace que se exciten aun más. Por ese motivo, al ver a su amigo tumbado en la cama semi desnudo, no tarda mucho en desvestirse y lanzarse con su boca a la polla del chico, la cual se la come hasta ser penetrado.