Te estás equivocando de agujero… ¿o no?
Una pareja heterosexual, como tantas otras, decidió hacer un trío con un amigo. Hasta ahí podría parecer todo normal, pero este trío iba a ser un poco diferente a la mayoría. Y es que lo que la mujer no sabía es que entre ambos chicos había una tensión sexual desde hace mucho tiempo, desde luego ella misma lo pudo comprobar de primera mano.
Nada más empezar y aprovechando que ella no miraba el tío le comió el rabo a su amigo. Iban alternando, hasta que ella se percató de que no era el centro del trío como así esperaba, sino que los otros dos estaban más centrados en ellos mismos que en ella.
Y aunque también su novio la penetraba parecía más interesado en que la polla de ese tío entrase dentro de su culo. Finalmente lo consiguió ante la mirada perpleja de su novia, que jamás se imaginó que otro hombre penetraría a su novio. Llegaron incluso a hacer un peculiar trenecito. Pero si de algo sirvió aquella experiencia sexual fue para tener muy claro que ese tío como mínimo era bisexual, y que tal vez si le daba a elegir preferiría una polla antes que su coño.