Sus esposas creen que hacen cosas de hombres, no se equivocan
Ellos eran hombres maduros y casados, pero como tantos otros ocultan a sus esposas lo que realmente les gusta. Eran de otra época, en la que ciertas cosas de hombres no estaban bien vistas y así decidieron vivir. Pero ello no implica que cada vez que están a solas puedan hacer aquello que tanto desean, y cuando hay deseos reprimidos ya sabes que es cuando más pasión se pone.
Sus mujeres piensan que quedan para hacer cosas de hombres, ya sabes, ver futbol, beber cerveza, hablar de sus cosas… en cierto modo no se equivocan, hacen cosas de hombres pero de otro tipo, ya que solo se dedican al sexo. Nada más verse ya comienzan a desnudarse, no desean perder el tiempo, ya lo pierden bastante con sus mujeres. Empiezan con el sexo oral, mamando sus pollas. No pueden ni esperar a ir a la cama para empezar, aunque finalmente y una vez están los dos bien duros se dirigen hacia ella para penetrarse como a ellos les gusta.
Allí totalmente desnudos se follan hasta que al final acaban corriéndose. Una vez terminan hacen como siempre, se levantan y se despiden cariñosamente hasta la próxima vez, ambos saben que les va a tocar fingir durante unos días ser heteros, cuando lo que más les gusta es el sexo entre ambos.