Su hermanastro la tenía pequeña, pero no le importó
Ya era hora de que ambos hermanastros intimaran y así se conocieran mejor, al fin y al cabo iban a vivir mucho tiempo juntos. El más joven parecía un chico vicioso y no se equivocó, sacó su rabo y se lo agarró con la mano. La tenía muy pequeña gracias a sus genes asiáticos, pero seguro que podría ponérsela bien dura con su boca y su mano. Se pajearon mutuamente y luego se la comió, se le puso durísima al muchacho.
Tras la mamada penetró su culito y se lo folló en casa tumbados sobre el sofá del salón.