Si un hombre te espera cocinando, agradéceselo
Llevaba un buen rato cocinando con su delantal favorito cuando llegó de trabajar su hombre. Se acercó a él y vio lo que estaba cocinando, olía bien, pero su atención se centró en mirar su culo. Es cierto que era un tío musculoso y que tenía ciertas dotes culinarias, pero además de eso sabía las ganas que siempre tenía de follar. Empezó a besarle, era su forma de agradecerle sus tareas en casa. No hizo falta desnudarle, ya que bajo ese delantal no llevaba ropa, seguramente estaba más que preparado imaginándose lo que sucedería. Bajó para ponerse de rodillas y empezó a comerle la polla. Poco después esa misma polla la tenía dentro de su culo mientras se lo follaba. Y en su culo fue donde le echó toda la leche mientras se corría.
Tras aquella follada por supuesto los dos fueron a comer, lo que había preparado estaba delicioso.