Se me ha puesto así de dura por verte papá
Su padre acostumbraba a hacer ejercicio y tenía una habitación llena de pesas en la que solía estar. Ese día no se imaginaba que su hijo estaba viéndolo detenidamente, y mucho menos que se acercaría a él mostrándole su paquete bien duro mientras que le decía que eso era por haberle visto a él. Como hombre maduro que era sabía lo que el muchacho necesitaba, por lo que agarró su polla y empezó a comérsela sentado en la banca. Luego el jovencito se la comió a él también, se puso bastante duro. Se colocó encima y su padre lo penetró metiéndosela hasta el fondo de su culito.
Todo lo hicieron sobre la banca de pesas y ambos llegaron a la conclusión de que ese ejercicio si que merecía la pena. Los dos acabaron corriéndose y con ganas de volverlo a repetir.