Quiero entregarte mi virginidad
Hay ciertas cosas en esta vida que se saben de forma innata y no es necesario que nadie te las enseñe, por ejemplo, cuando llega el momento de perder la virginidad tú lo sabes también sabes a quien se la entregarás aunque luego te equivoques. Este jovencito rubio se entregó no sin bastante timidez al mejor amigo de su hermano, no tenía muy claro que fuera gay pero las cosas surgieron solas y sobraron las palabras. Pero su padre fue el que descubrió todo el pastel, así que tuvieron que inventarse una historia para explicárselo todo.