Que bueno estaba el cabrón del negro, menuda polla tenía
El cuerpo de este fibroso atleta de raza negra era espectacular. Acudía asiduamente a que masajearan su cuerpo, le venía bien especialmente después de una dura jornada en el gimnasio. Pero sin embargo él sabía que el esfuerzo físico no había acabado aun, todavía quedaba el final feliz.
Ningún masajista en el mundo podría contenerse al contemplar el musculoso cuerpo de ese hombre, era sencillamente perfecto. Por eso tal vez tras tocarle durante un buen rato empezó a hacer algo impropio pero que deseaba, lamer su culo. Le hizo un intenso beso negro durante un buen rato, lamiéndolo entero.
Después el hombre se dio la vuelta, ya estaba cachondo, y su enorme polla lo demostraba. Empezó también a chupársela, ese hombre estaba para comérselo entero. Poco después del sexo oral fue cuando el negro lo pilló, lo puso a cuatro patas, y comenzó a follarle el culo.