¿Puedo darte un beso?
La pregunta le dejó perplejo, especialmente porque se trataba de su padrastro. El muchacho había llegado de clase quejándose de que le dolía un hombro, por lo que él quiso ayudarle. Pero tras tocarle durante un rato sintió como su verga se ponía bien dura, se había excitado. Se le quedó mirando fijamente y le preguntó si podía darle un beso, el chico no sabía que pretendía con eso. Se hizo un poco el tonto y poco después practicaban su deporte favorito, uno de contacto. El padrastro acabó tirado en el suelo y el chico encima de él, fue entonces cuando desabrochó su camisa y le dio ese beso que tanto deseaba.
Se desnudaron completamente y penetró su culo, fue una sensación indescriptible que nunca olvidaría ninguno de los dos.