Primero fue su padre, luego se lo folla su tío
Mientras su padre se lo follaba hubo momentos en los que las lágrimas caían por la cara del jovencito. No es que no quisiera tener sexo con él, sino que no estaba acostumbrado a una follada como la que el maduro le dio, fue un poco bestia con su estrecho culo. Sin embargo el padre no decía nada, lo agarraba fuertemente del pelo mientras seguía follándoselo, parece ser que esas lágrimas hicieron que se pusiera mucho más cachondo si cabe.
No paró hasta correrse dentro de su culo, mientras se la metía se podía ir viendo como la leche salía poco a poco de su ano. Pero el día no acabó para el muchacho. Tras correrse el padre se marchó a trabajar, pero en casa todavía estaba su tío. Esa misma tarde volvió a suceder, solo que en esta ocasión el protagonista fue otro. Su tío y él, los dos totalmente desnudos, follaban mientras el chico aceptaba que para los maduros él no era más que un mero objeto sexual.