Párroco pilla al novicio pajeándose
Nadie está libre de pecado, o al menos eso es lo que puede deducirse tras ver el siguiente vídeo. El jovencito tenía una evidente vocación religiosa y esperaba poder aprender del párroco, pero en su primer día allí no pudo evitarlo. Sus hormonas de chico joven y la situación de verse allí hizo que se pusiera caliente, y al rato empezó a pajearse. Sabía que eso era pecado y estaba mal, pero no podía evitarlo. Lo que ni por asomo se esperaba es que su encargado y mentor lo pillara medio en pelotas y con la polla en la mano. El hombre se acercó a él, el chico y se le quedó mirando. Él muchacho pensó que sería expulsado, pero como supondrás sucedió otra cosa.
Deseaba su polla, y no tardó mucho en metérsela en la boca ante el asombro del jovencito. Poco después se remangó el hábito y le dejó ver su culo para que se lo penetrara, cosa que por supuesto hizo el muchacho. Se lo folló cayendo vilmente en el pecado terrenal más habitual y del que nadie está libre.