Padre, ¿Esto no será pecado? Cura follando
El señor cura de la parroquia solía intimar demasiado con algunos de sus feligreses. De hecho acudía regularmente a casa de algunos de ellos. Todos pensaban que era un hombre entregado que velaba por los demás, tal vez así fuera, pero lo que estaba claro es que sucumbía al placer de la carne con bastante asiduidad. Cuando fue a casa de este chico el muchacho había oído rumores sobre él y quiso probar si eran ciertos. Se sentó a su lado y comenzó a tocarle. Le quitó el alzacuellos y no pareció importarle demasiado, en realidad le iba a sobrar si acababan follando.
A los pocos minutos el párroco estaba penetrando a aquel chico que sin necesidad de ser muy creyente logró llegar al éxtasis.