¿No tienes sueño hijo?
Acostumbraba a dormirse en la cama de su padre, como cuanto le contaba cuentos hasta que alcanzaba el sueño. Pero ahora se dormía de una forma diferente. Se quedaba a su lado mirándole y oliéndolo mientras su rabo se ponía bien duro. Al final el padre dejó lo que estaba haciendo y le preguntó si tenía sueño, evidentemente no lo tenía. Los dos empezaron a tocarse y el muchacho se comió el rabo de su padre. Luego se dio la vuelta y el maduro, con su rabo bien duro, se lo metió en su culito estrecho. Fue una gran experiencia para ambos, al final se corrieron y los dos se quedaron profundamente dormidos.