¡No soy gay joder!
Nunca imaginó que ese día acabaría así. Una chica lo engañó, se vendó sus ojos y disfrutó de una mamada. El problema para él es que no se la estaba comiendo la chica, era un tío. Al quitarse la venda y verlo se asustó y se echó para atrás, él no era gay. Finalmente se tranquilizó y vio que podía ganar algo de dinero con ello, así se lo dijeron. Puso el culo sin pensárselo más y sintió como se lo desvirgaba aquél tío. Mientras se lo follaba él gritaba una y otra vez que no era gay, pero quedó bien claro que le gustó.