Mi padrastro siempre acaba calentándome
Se había convertido en algo normal, cada vez que la madre no estaba su padrastro entraba en la habitación buscándole. Pero lo mejor era que el chico siempre le esperaba ansioso para volver a repetir. Ese día nada más entrar comenzaron a besarse y no tardaron en caer en la cama. Se besaban y se comían las vergas sin parar haciendo incluso un 69, los dos estaban muy calientes.
Al cabo de un rato y tras tanto preliminar finalmente el maduro se la metió y comenzó a follárselo. No paró hasta correrse, luego esperó a que el chico también eyaculara.