Menuda polla tenía el jovencito, las apariencias engañan
Tenía solo 18 años y era un chico delgado, pero menuda verga escondía bajo los pantalones. Y es que claro, el tío era negro y esas cosas se notan. Al sacarle el rabo ya lo tenía muy duro, así que comencé a chupárselo, me lo metí en la boca casi entero. Sentirlo tan duro y grande me excitaba mucho, solo hacía que pensar en el momento en el que me la metiera por el culo. Me pasé un buen rato haciéndole esa mamada, me encantaba hacérselo. Hasta que él también quiso pasar a la acción y comenzó a acariciarme y a besarme. Disimuladamente me tumbó boca abajo con la intención de metérmela, yo lo deseaba.
De repente lo sentí dentro de mi, el hecho de que fuera un tío tan joven también me excitaba mucho. Pero a pesar de su corta edad sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Me puso a cuatro patas y estuvimos follando hasta que decidió correrse en mi boca. Hasta ese momento solo había follado con tíos más mayores, pero ese tío de color hizo que cambiara mis preferencias sexuales.