Mejor que tu madre no se entere
Sucedió todo en casa, justo cuando la madre del chico no estaba. Los dos deseaban que sucediera y así fue, en la sala que utilizaban como gimnasio comenzaron a besarse. El padrastro no tardó en sacar su verga, la tenía bien dura apuntando al cielo y eso al chico le puso tan cachondo que comenzó a comérsela. Tras la mamada el hombre se puso detrás de él y penetró su culo de pie. Luego fueron al suelo para continuar follando, aunque quisieron probar todo lo que pudiera, hasta una banca de pesas. Al final mientras se corría sobre el pecho del muchacho le decía que sería mucho mejor que su madre no se enterase ni sospechase nada, especialmente para poder seguir follando juntos a escondidas.