Masaje con final demasiado feliz
Que un tío como este, guapo, musculoso y atractivo te de un masaje es una experiencia única, pero que la cosa acabe con final feliz es infinitamente mejor. Mientras el chico estaba tumbado boca abajo el hombre comenzó a tocar todo su cuerpo. Su rabo respondió rápidamente a aquellas sensaciones, el muchacho estaba realmente cachondo.
Poco después llegó a su culito, se notaba que era un tío de gimnasio, lo tenía bastante durito como a él le gustaban. Él también comenzó a desnudarse y empezó a rozar su polla con su cuerpo. Eso aun excitó más al chico, sabía que en cualquier momento llegaría la tan ansiada penetración anal.
Una vez lo penetró la cosa ya se disparó, entre penetraciones, mamadas y demás la cosa acabó con los dos hombres corriéndose juntos en un mar de semen allí mismo en la camilla improvisada que tenía para tal fin.