Maduros viciosos muy cerdos
Cuando dos hombres maduros quedan en casa no es para tomar algo. Ellos van directamente al grano, se desnudan y se meten en la cama. Uno de ellos es bastante peludo y regordito, típico «oso». El otro es un chico algo más joven y con buen cuerpo, todo depilado. Después de una buena mamada pasan a lo bueno, que es perforarse los culos. El maduro tipo oso es el que lleva la iniciativa, el otro se limita a recibir la polla de ese hombre que le impone mucho. Al final ambos terminan con una buena corrida, como tiene que ser cuando dos tíos mayores están juntos.