Los juegos sexuales con su hijastro llegaron demasiado lejos
La atracción del hombre hacia su hijastro era más que obvia. Aquél día mientras el chico estaba dormido él llegó de trabajar y lo vio en la cama, por lo que sin decir nada empezó a tocar su cuerpo hasta que comprobó que estaba despierto. Sin más le dio un beso y comenzó a desnudarse, estaba claro que se lo quería follar. El jovencito empezó a comerle la polla y luego se tumbó a su lado mientras se pajeaban juntos, o más bien el uno al otro. Follaron por supuesto, pero como se puede ver en este vídeo las aventuras sexuales entre el maduro y el muchacho duraron mucho más tiempo. Solían jugar desnudándose y tocándose, pero normalmente siempre acababa en mamadas, pajas y penetración.
Llegó a un punto en que los dos lo deseaban con cierta ansiedad, estaba claro que los iniciales juegos entre ambos habían llegado demasiado lejos.